México, 23 de octubre de 2024 Esta leyenda del deporte había pasado algunos días internado en un hospital de Los Ángeles, pues llevaba varios años enfrentado problemas de salud.
El mundo del béisbol se encuentra de luto tras la muerte de Fernando «El Toro» Valenzuela, quien falleció este martes a los 63 años de edad debido a complicaciones médicas, según informaron fuentes cercanas. Su partida deja un vacío inmenso no solo en el ámbito deportivo, sino también en el corazón de miles de aficionados que vieron en él a un ícono de perseverancia, talento y orgullo mexicano.
Valenzuela fue uno de los jugadores más emblemáticos de las Grandes Ligas y, sin duda, el rostro del béisbol mexicano en los Estados Unidos. La noticia de su fallecimiento fue confirmada por los Dodgers de Los Ángeles, equipo donde el lanzador escribió algunos de los capítulos más brillantes de su carrera. A través de sus redes sociales, la organización expresó su pesar y miles de internautas se unieron con mensajes de amor hacia la familia del deportista.
Hace algunos días se dio a conocer que «El Toro», originario de Etchohuaquila, Sonora, fue hospitalizado de emergencia en un centro médico de Los Ángeles, donde finalmente perdió la vida a los 63 años la tarde de este 22 de octubre. Aunque no se ha especificado oficialmente la causa de su muerte, fuentes cercanas indican que el exlanzador sufría complicaciones hepáticas que deterioraron la salud, lo que culminó en un colapso multiorgánico que terminó con su vida.
¿De qué murió Fernando «El Toro» Valenzuela?
Aunque no se ha confirmado de manera oficial, fuentes nacionales han revelado que el deportista murió debido a un colapso multiorgánico y es que durante los últimos años, las alarmas sobre la salud de Valenzuela comenzaron a sonar debido a su visible pérdida de peso y su alejamiento gradual de la vida pública. Se sabe que padecía problemas de salud crónicos, aunque nunca se detallaron públicamente y en 2024, su estado de salud se deterioró al punto de requerir hospitalización en varias ocasiones, lo que finalmente lo llevó a dejar su puesto como comentarista en las transmisiones de los Dodgers, donde había trabajado tras su retiro como jugador.
Su retiro de las transmisiones de los Dodgers marcó un momento simbólico, ya que Valenzuela había mantenido una fuerte conexión con la organización incluso después de colgar el guante. Era una presencia constante en eventos del equipo y en iniciativas comunitarias, particularmente aquellas enfocadas en jóvenes latinos que aspiraban a seguir sus pasos en el béisbol. En 2023, los Dodgers le rindieron un emotivo homenaje al retirar su icónico número 34, asegurando que ningún otro jugador lo volverá a usar, un tributo a su legado inmortal.
Fernando «El Toro» Valenzuela, un ícono cultural y deportivo
Sin duda alguna, Fernando Valenzuela es una de las figuras más queridas del deporte mexicano. Su irrupción en las Grandes Ligas a principios de los años 80 con los Dodgers de Los Ángeles desató una verdadera revolución. La «Fernandomanía», como se conoció a la fiebre desatada por su extraordinario desempeño, trascendió fronteras y se convirtió en un fenómeno cultural, por lo que Valenzuela no solo brilló en el campo, sino que también se convirtió en un símbolo de orgullo y perseverancia para la comunidad latina en los Estados Unidos.
Y es que «El Toro» fue una sensación desde el inicio, pues en 1981, su primer año completo en la MLB, se llevó el premio al Novato del Año y el prestigioso premio Cy Young como mejor lanzador, algo que ningún otro jugador había logrado simultáneamente hasta ese momento. Ese mismo año, fue fundamental para que los Dodgers ganaran la Serie Mundial, lo que consolidó su estatus como leyenda del béisbol. Su estilo de lanzamiento, caracterizado por su extraordinaria curva, lo convirtió en uno de los lanzadores más difíciles de enfrentar en las Grandes Ligas.
Pero el impacto de Valenzuela no se limitó a su extraordinaria carrera en las Grandes Ligas, sino que su legado se extiende mucho más allá del campo de juego. Para México y la comunidad latina, Fernando Valenzuela representó la posibilidad de alcanzar grandes alturas en un deporte tradicionalmente dominado por estadounidenses, rompiendo barreras y sirviendo como un puente cultural entre México y los Estados Unidos, alentando a generaciones de jóvenes jugadores latinos a perseguir sus sueños en las Grandes Ligas.
El «Toro» fue pionero en demostrar que un joven mexicano podía no solo competir al más alto nivel, sino también ser dominante. Gracias a su éxito, el béisbol en México creció significativamente en popularidad, convirtiéndose en una parte importante de la identidad deportiva del país, especialmente en estados como Sonora, Sinaloa y Baja California, donde el béisbol ha sido históricamente uno de los deportes más practicados.
«El Toro» Valenzuela, un legado que trasciende el deporte
Pero además de sus hazañas como deportista, el legado de Fernando Valenzuela va más allá de sus hazañas como lanzador ya que era conocido por su humildad, su ética de trabajo y su profunda conexión con los aficionados. Para la comunidad mexicana en los Estados Unidos, Valenzuela fue más que un jugador de béisbol, fue un símbolo de perseverancia, un ejemplo de cómo el esfuerzo y la dedicación pueden romper barreras culturales y económicas.
A lo largo de su vida, Valenzuela también estuvo involucrado en numerosas actividades filantrópicas, pues participó activamente en campañas para promover el deporte entre los jóvenes de bajos recursos, especialmente en comunidades latinas. Su legado no solo inspira a jugadores profesionales, sino también a aquellos que sueñan con un futuro en el deporte, mostrando que los sueños puedne hacerse realidad.
La muerte de Fernando «El Toro» Valenzuela representa una gran pérdida para el deporte, pero su legado perdurará en la historia del béisbol. Su carrera excepcional, su impacto cultural y su papel como embajador del béisbol latino son un testimonio de su grandeza; pues aunque se ha ido, su influencia sigue viva, inspirando a nuevas generaciones de jugadores y aficionados que ven en su historia un ejemplo de lo que significa luchar por los sueños y triunfar contra todo pronóstico.
Fuente: El Heraldo de México