Francia, 02 de agosto de 2024.- Al menos 50 hombres ya han sido formalmente identificados por las autoridades y serán juzgados junto al acusado principal.
A partir del lunes, un jubilado de 71 años enfrentará juicio en Francia por el espeluznante delito de haber drogado a su esposa durante aproximadamente diez años, con el fin de entregarla a desconocidos que abusaban de ella en su domicilio en el sur del país.
Este caso, uno de los más perturbadores en la historia reciente de Francia, involucró a más de 70 personas, todos hombres, que serán juzgados en un proceso que durará cuatro meses en la corte criminal de Aviñón.
¿Cómo ocurrieron los más de 90 abusos sexuales?
El principal implicado, un exempleado de la compañía de electricidad EDF, es acusado de haber administrado ansiolíticos potentes, principalmente Temesta, a su esposa sin su conocimiento.
De acuerdo al mismo delincuente, el abuso comenzó en 2011, cuando la pareja vivía en la región parisina, y continuó tras su mudanza a Mazan en 2013. Los abusos, filmados por el propio marido, fueron cometidos por un total de 72 hombres, de los cuales 50 han sido formalmente identificados y serán juzgados junto al acusado principal.
Los acusados, que tienen edades comprendidas entre los 21 y 68 años, incluyen a individuos de diversos oficios y condiciones sociales, desde bomberos y enfermeros hasta empresarios y periodistas. Aunque no presentan patologías psíquicas notables, todos parecen haber compartido un sentimiento de «omnipotencia» sobre el cuerpo femenino, según los expertos forenses.
El marido y principal acusado alegó que los participantes en los abusos sabían que la esposa estaba drogada y tenían la opción de abandonar el lugar si se daban cuenta de la situación. Sin embargo, el testimonio de los involucrados revela que muchos creían estar participando en las fantasías de una pareja libertina, sin percatarse de la realidad de la sumisión química que estaba ocurriendo.
¿Cómo se contactó el abusador con los hombres que participaron?
Los hombres eran reclutados a través de un sitio de encuentros, coco.fr, que ha sido cerrado desde entonces. Se les daban instrucciones detalladas para evitar despertar a la víctima, como no usar perfumes ni tabacos, y desvestirse en la cocina para no dejar prendas en la habitación.
El objetivo del jubilado era cumplir sus propios deseos y filmar las violaciones, las cuales se registraron en un total de 92 ocasiones. Al revisar su computadora, los investigadores encontraron miles de fotos y videos de la mujer, en posiciones que evidenciaban su inconsciencia durante los abusos.
Por su parte, la esposa, cuyo estado durante los abusos era descrito por los expertos como «más cercano al coma que al sueño», no fue consciente de lo que le sucedió hasta que su esposo fue sorprendido en un centro comercial filmando bajo las faldas de tres clientas en 2020.
Fuente: El Heraldo de México