Esta es una de las conclusiones del informe de la OMM sobre el estado del clima en el suroeste del Pacífico en el año 2023, presentado en Tonga (donde ya es martes 27 de agosto) por la secretaria de la entidad, Celeste Saulo, y el secretario general de la ONU, António Guterres, que está de visita en el país mientras se celebra el Foro de las islas del Pacífico.
Las islas paradisíacas del Pacífico peligran por el “desbordamiento” del océano, dijo Guterres, puesto que la subida media de los mares en todo el mundo se produce a una velocidad sin precedentes, pero el problema “viene hacia todos nosotros, junto con la devastación de la pesca, el turismo y la economía azul”, sostuvo.
El documento indica que el deshielo en Groenlandia y en la Antártida, sumado a la alta absorción del calentamiento global por los océanos, está añadiendo agua a las grandes masas del planeta, que a su vez incrementan su temperatura y se expanden, lo que conduce a la subida de sus niveles.
“Se espera que los 2 mil metros superiores del océano sigan calentándose debido al calor excesivo acumulado en el sistema de la Tierra por el calentamiento global, un cambio que es irreversible en escalas temporales de siglos y milenios”, adelanta el informe.
Las islas del Pacífico están en “primera línea” de la crisis climática por su alta exposición a los efectos de las emisiones de gases -a los que prácticamente no contribuyen-, incluyendo ciclones tropicales e inundaciones, y fenómenos como una erupción volcánica que generó un tsunami y una fuerte producción de vapor en 2022.
Entre 1993 y 2023, la subida global del nivel del mar mediana fue de 9.4 centímetros (cm), pero en el Pacífico tropical, en ese periodo, fue superior a 15 centímetros en algunos puntos, y en un escenario de calentamiento de 3 grados centígrados (acorde con la trayectoria de las políticas actuales), el nivel del mar en la región puede subir otros 15 cm entre 2020 y 2050.
Entre las consecuencias del calentamiento global, que las organizaciones instaron a frenar de inmediato, no solo está la subida del nivel del mar: también más intensidad y frecuencia de las olas de calor marinas, más calor en la superficie y en el contenido del océano, y más acidificación; cada fenómeno con sus propias ramificaciones.
“Hay crecientes preocupaciones de que algunas islas-nación se pueden volver inhabitables”, alerta el documento, “con implicaciones para su reubicación, soberanía y condición de Estado”.
“Se necesitan ahora recortes profundos, rápidos y sostenidos en las emisiones de gas invernadero globales para mantenerse en una trayectoria de calentamiento a largo plazo de 1.5 grados”, insta el informe, que considera necesario mejorar la adaptación costera e invertir en resiliencia en todo el mundo, especialmente en los islas pequeñas”.