El fundador de WikiLeaks, Julian Assange, alcanzó un acuerdo de culpabilidad con la justicia de Estados Unidos a cambio de recuperar la libertad tras cinco años de detención en el Reino Unido, según documentos judiciales publicados el lunes.
Según WikiLeaks, “Julian Assange está en libertad” y salió de Reino Unido. La organización informó que el australiano abandonó la prisión de Belmarsh, en Londres, y tomó un vuelo en el aeropuerto de Stansted.
“Julian Assange está libre. Dejó la prisión de máxima seguridad de Belmarsh la mañana del 24 de junio, tras haber pasado allí mil 901 días”, informó WikiLeaks en X.
El portal asegura que Assange, de 52 años y nacionalidad australiana, “recibió libertad bajo fianza por el Tribunal Superior de Londres y fue liberado en el aeropuerto de Stansted durante la tarde, donde abordó un avión y salió del Reino Unido”.
Perseguido por las autoridades estadunidenses por haber revelado cientos de miles de documentos confidenciales, el australiano debe comparecer ante un tribunal federal el miércoles a las 09H00 (23H00 GMT) en las Islas Marianas, territorio de Estados Unidos en el Pacífico.
Allí se espera que se declare culpable de “conspiración para obtener y revelar información relativa a la defensa nacional”, según los documentos.
Assange, de 52 años, podría ser condenado a 62 meses de cárcel, pero por haber cumplido un tiempo similar de prisión preventiva en Londres se espera que pueda regresar en libertad a su natal Australia.
Su esposa, Stella Assange, expresó “una inmensa gratitud” a quienes se han movilizado “desde hace años” para lograr que su liberación sea una “realidad”.
El gobierno australiano reaccionó a la noticia diciendo que el caso Assange “se había prolongado demasiado” y que su detención ya no tenía ningún interés, según un portavoz del primer ministro.
El presidente mexicano, Andrés Manuel López Obrador, celebró la probable libertad de Assange con un mensaje en X: “La Estatua de la Libertad no quedó como un símbolo vacío; está viva y contenta como millones en el mundo”.
Una novela de 14 años
Este acuerdo, que pone fin a una novela de casi 14 años, se da dos semanas antes de una nueva audiencia clave ante los tribunales británicos.
El 9 y 10 de julio se esperaba examinar el recurso de Assange contra su extradición hacia Estados Unidos.
Desde 2019, cuando quedó detenido en una prisión de alta seguridad en Londres, Assange lucha para no ser entregado a la justicia estadunidense, que lo persigue por publicar más de 700 mil documentos confidenciales sobre actividades militares y diplomáticas, particularmente en Irak y Afganistán.
Entre los documentos hay un video que muestra a civiles, entre ellos dos periodistas de Reuters, muertos por el fuego de un helicóptero de combate estadounidense en Irak en julio de 2007.
El australiano se enfrentaba, en teoría, a una pena de hasta 175 años de prisión en virtud de la Ley de Espionaje.
El gobierno británico aprobó su extradición en junio de 2022.
Sin embargo, en mayo dos jueces británicos le concedieron a Assange el derecho de apelar la decisión.
La apelación debía incluir si se beneficiaría de la protección de la libertad de expresión como extranjero en el sistema judicial estadounidense.
Confinado
El fundador de WikiLeaks fue arrestado por la policía británica en abril de 2019 tras pasar siete años confinado en la embajada de Ecuador en Londres, desde donde buscaba evitar la extradición a Suecia en una investigación por violación, que fue desestimada ese mismo año.
En los últimos años, han aumentado las solicitudes al presidente estadunidense Joe Biden para que retire los cargos en su contra. Australia presentó un pedido formal en febrero, que el mandatario demócrata dijo estar considerando.
“Que el primer ministro (australiano, Anthony Albanese) algunas veces dijera públicamente ‘ya es suficiente’, y que el parlamento lo respaldara, fue significativo y absolutamente observado por Estados Unidos”, dijo a la AFP Emma Shortis, investigadora en asuntos internacionales y de seguridad del grupo de expertos The Australia Institute.
“Creo que en ambos lados, en el lado australiano y en el lado estadounidense, hubo un reconocimiento de que esto tenía que terminar”, concluyó.
Fuente: La Jornada Maya.