México, 20 de Junio de 2024.- La contaminación del aire se ha convertido en la segunda causa de muerte en el planeta y tan sólo en 2021 ocasionó el deceso de 8.1 millones de personas.
Hay otros millones que viven con enfermedades crónicas y esto ejerce una “tremenda presión” sobre los sistemas de atención médica, las economías y las sociedades, reporta el Estado del Aire Global, estudio realizado por Unicef y el Instituto de Efectos a la Salud.
Señaló que sólo la hipertensión está por encima de la contaminación del aire como factor de riesgo de muerte y por encima del tabaco, la alimentación y la diabetes. Agregó que la mala calidad del aire es responsable del 30 por ciento de enfermedades respiratorias, enfermedades del corazón y el 48 por ciento de los decesos por enfermedad pulmonar obstructiva crónica.
El reporte, divulgado este miércoles, dio cuenta de que los niños menores de cinco años son especialmente vulnerables, con efectos para la salud que incluyen el nacimiento prematuro, el bajo peso al nacer, el asma y las enfermedades pulmonares.
Agregó que con datos a 2021, se encontró que la exposición a la contaminación del aire se asoció a más de 700 mil muertes de niños menores de cinco años, lo que lo convierte en el segundo factor de riesgo de muerte a nivel mundial para este grupo de edad, después de la desnutrición.
“La asombrosa cifra de 500 mil de estas muertes infantiles se relacionaron con la contaminación del aire de los hogares debido a la cocina en interiores con combustibles contaminantes, principalmente en África y Asia”.
El informe incluye datos de más de 200 países y territorios de todo el mundo, lo que indica que casi todas las personas en la tierra respiran niveles poco saludables de contaminación del aire todos los días, con implicaciones de largo alcance para la salud.
Detalló que alrededor del 90 por ciento de estas muertes por contaminación atmosférica mundial, 7.8 millones de personas, se atribuyen a la contaminación del aire por partículas finas PM2.5, incluida la contaminación ambiental por ellas y el aire doméstico.
Indicó que esas partículas “afectan a muchos sistemas de órganos y aumentan los riesgos de enfermedades no transmisibles en adultos, como es el caso de las enfermedades cardíacas, los accidentes cerebrovasculares, la diabetes, el cáncer de pulmón y la enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC)». Según el informe, «se ha encontrado que las PM2,5 son el predictor más consistente y preciso de los malos resultados de salud en todo el mundo”.
Fuente: El Heraldo de México