19 de Junio de 2024.- Combatir el burnout requiere una combinación de autocuidado, apoyo organizacional y atención a la salud mental.
En los últimos años, el síndrome de burnout ha dejado de ser una problemática invisible en los entornos laborales para convertirse en una preocupante epidemia que afecta tanto la productividad como la salud de los trabajadores. Desde su inclusión en la Clasificación Internacional de Enfermedades de la Organización Mundial de la Salud en 2022 como enfermedad laboral, y su reconocimiento formal en la Ley Federal del Trabajo en México a partir de 2024, el burnout ha emergido como un tema central en la gestión de recursos humanos y la salud pública.
El burnout, definido como un estado de estrés crónico relacionado con el trabajo, se caracteriza por el agotamiento emocional, el cansancio extremo y una sensación de falta de realización personal. Saskia de Winter, socia fundadora y directora general de Saskia de Winter Training, destaca que este síndrome no solo impacta negativamente en la productividad y el ambiente laboral, sino que también representa un riesgo serio para la salud personal de los individuos.
En muchos casos, el burnout pasa desapercibido o se confunde con simples signos de fatiga o desmotivación, lo que dificulta su detección precoz. De Winter señala que incluso en entornos laborales donde el estrés es la norma y la gestión deficiente del equipo es común, el burnout puede llegar a normalizarse, propagándose entre los miembros del equipo como una «epidemia silenciosa».
¿Cuáles son los síntomas del burnout?
Combatir el burnout requiere una combinación de autocuidado, apoyo organizacional y atención a la salud mental. Con la creciente conciencia sobre sus efectos perjudiciales, tanto individuos como empresas pueden trabajar en conjunto para prevenir y mitigar los impactos de esta preocupante condición laboral.
Los síntomas pueden manifestarse de diversas formas: fatiga persistente, falta de concentración, ineficiencia laboral, insomnio, irritabilidad y aislamiento social son algunos de los indicativos. De Winter aconseja prestar atención a signos como la sensación de agotamiento constante al despertar, la dificultad para enfrentar las tareas diarias y la sensación de que cada día es una lucha.
Para quienes sospechen que puedan estar enfrentando burnout, se recomienda tomar medidas proactivas como:
- Establecer hábitos saludables: incluir ejercicio regular, alimentación balanceada y asegurar un adecuado descanso nocturno son fundamentales para mantener el equilibrio físico y emocional.
- Implementar técnicas de respiración y relajación: la práctica de técnicas como la respiración diafragmática, la meditación y el yoga puede ayudar a reducir el estrés y mejorar la capacidad de manejar las presiones cotidianas.
- Reconocer y gestionar emociones: aprender a identificar y expresar las emociones de manera saludable puede prevenir la acumulación de estrés emocional, utilizando herramientas como la escritura terapéutica o el mindfulness.
- Participar en actividades creativas: la expresión a través del arte, ya sea pintura, música o escritura, puede proporcionar un alivio emocional significativo y mejorar la autoestima.
Buscar apoyo profesional: asistir a sesiones de terapia psicológica puede ser crucial para explorar los factores subyacentes del burnout y desarrollar estrategias efectivas de manejo del tiempo y resolución de problemas emocionales.
Fuente: El Heraldo de México