En Quintana Roo la meta es una transición energética hacia una mayor producción de energía limpia, con uso más eficiente y una reducción de las emisiones de gases de efecto invernadero en los centros de hospedaje.
«Tenemos ya más de un año elaborando estos planes viendo cómo lo podríamos hacer, nos tocó un cambio de gobierno que lleva sus pautas… ya se empieza a hablar de políticas y cosas nuevas que se puedan desarrollar; este programa es básicamente invitar a los hoteleros, como ya se hizo, a que se registren en este programa, a que puedan compartir su información de consumos de energía», especificó Marco Villalobos, consultor de políticas de eficiencia energética en México.
Desde el laboratorio hacen los análisis técnicos de esos consumos de energía, las propuestas de medidas de eficiencia energética les ayudan a conseguir el financiamiento para las medidas que se requiera, porque hay muchas medidas que son de baja o nula inversión y está la sección donde se requiere financiamiento.
El proyecto se enfoca en brindar apoyo técnico a todos los establecimientos que ofrezcan el servicio de hospedaje, independientemente de su categoría, para realizar una evaluación energética de edificaciones.
De esta manera, se concentran esfuerzos en la emisión de recomendaciones con distintos enfoques de compromiso, una evaluación de los ahorros esperados, tanto económicos como energéticos y una estimación de la reducción relativa de emisiones.
«Existen los mecanismos para financiar proyectos de este tipo y es lo que queremos aportarles; además, vamos a hacer capacitaciones que empezamos el día de hoy, esperamos que concluir el 28 de junio más o menos, son como 11 horas en total, son reuniones de dos horas, los martes y los jueves, van a ser todas en línea y al final las personas que asistan a 70 por ciento de las reuniones van a tener un reconocimiento como administradores energéticos, expedido por las secretarías de Turismo y Medio Ambiente», adelantó el consultor.
Por su parte y de manera virtual, Gerardo Arroyo O’Grady, líder del equipo de financiamiento de medio ambiente en la oficina de desarrollo sostenible en USAID-México, indicó que la cooperación que ahorita tienen México y Estados Unidos en temas de cambio climático es desde el más alto nivel, pues la administración del presidente Biden ha puesto un gran énfasis en el combate al cambio climático de manera conjunta, porque es un desafío global y como en cualquier desafío global, la participación de todos los países es necesaria.
«En este caso hay un factor que es la participación de los gobiernos y de los estados a nivel subnacional y entonces da un valor agregado a esta ecuación de trabajo a nivel de dos países, con trabajo específico a nivel de los estados y las acciones concretas que se pueden hacer a nivel local van a ser aquellas que avancen de manera muy importante a nivel global, nos da una oportunidad de implementar estrategias innovadoras, que también pueden servir como modelo para otras regiones del mundo», enfatizó el entrevistado.
Invitó al sector hotelero (que en esta ocasión fueron 70 centros de hospedaje los que se sumaron a la capacitación) a implementar prácticas de eficiencia energética, donde pueden lograr un costo significativo en la reducción de sus costos operativos y les permite reinvertir estos ahorros en mejorar la experiencia del cliente o en otras áreas críticas del negocio.
La transición, dijo, es una operación más sostenible, responde a una creciente demanda de los consumidores por prácticas responsables y sostenidas y puedan aportar valor agregado en el camino a construir un futuro más sostenible.