Ramallah, 27 de mayo de 2024. Bombardeos y disparos de artillería israelíes golpearon ayer el norte y el centro del territorio palestino, así como Rafah, en el sur, ciudad donde campos de desplazados de la Agencia de Naciones Unidas para los Refugiados de Palestina en Medio Oriente (Unrwa) fueron blanco de misiles, con saldo de al menos 40 muertos y decenas de heridos, la mayoría mujeres y niños, informó Ashraf Qidra, portavoz del ministerio de Salud en Gaza.
El ejército israelí justificó el ataque con el argumento de que se trató de un campamento donde un importante número de terroristas de Hamas estaba operando y agregó que el operativo se llevó a cabo con municiones precisas y sobre la base de información precisa.
Sin embargo, las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) reconocieron el daño causado a la población. Las FDI tienen conocimiento de informes que indican que, como resultado del ataque y el fuego, varios civiles de la zona resultaron heridos. El incidente está bajo revisión, de acuerdo con un comunicado.
Sami Abu Zuhri, alto funcionario de Hamas, describió el ataque en Rafah de masacre, y responsabilizó a Estados Unidos de ayudar a Israel con armas y dinero.
Los ataques aéreos quemaron las tiendas. El fuego las está derritiendo y los cuerpos de la gente también, gritó alarmado uno de los residentes que llegó al hospital kuwaití en Rafah.
La presidencia palestina acusó a las fuerzas israelíes de atacar deliberadamente las carpas.
El Comité Internacional de la Cruz Roja aseveró que su hospital de campaña en Rafah estaba recibiendo gran afluencia de víctimas, al igual que otros centros de salud.
Las autoridades de Tel Aviv reportaron que sus fuerzas destruyeron más de 50 objetivos terroristas ayer en Gaza, y aseguraron haber eliminado al jefe de Hamas para Cisjordania reocupada y a otro alto líder detrás de ataques mortales contra israelíes, Yassin Rabia y Khaled Nagar, respectivamente.
El bombardeo en Rafah fue en respuesta a ocho cohetes lanzados por las brigadas Ezedin al Qasam, brazo armado de Hamas, contra la capital israelí, Tel Aviv, horas antes, en un ataque que no causó bajas ni daños importantes. Algunos de los proyectiles fueron interceptados, informó el ejército israelí.
Israel también dio cuenta de su número de bajas: 289 muertos desde el inicio del conflicto, mientras que en Palestina el saldo de la guerra se elevó a 35 mil 985 fallecidos.
Llamado a protestar
Hamas afirmó anoche que los palestinos deben levantarse y marchar contra la masacre del ejército israelí en Rafah.
A la luz de la matanza sionista cometida por el ejército de ocupación criminal contra las carpas de los desplazados, llamamos a las masas de nuestro pueblo en Cisjordania, Jerusalén, los territorios ocupados y el exterior a levantarse y marchar furiosos contra esta masacre sionista en marcha, manifestó el grupo islamita en un comunicado.
Esta ofensiva atroz de las fuerzas de ocupación israelíes es un reto a todas las resoluciones internacionales, añadió.
En tanto, varios camiones con ayuda humanitaria procedentes de Egipto comenzaron a entrar a la franja de Gaza por el paso fronterizo de Kerem Shalom, controlado por Israel, para atender una situación descrita por la ONU de catastrófica
Sufrimos hambre, sed y una falta cruel de ayuda, contó a la agencia Afp Moaz Abu Taha, palestino de 29 años que vive en Rafah.
Por otra parte, un amplio grupo de países discutió en Bruselas con la Unión Europea y el primer ministro palestino, Mohamed Mustafa, el fortalecimiento de la Autoridad Nacional Palestina para que en algún momento recupere el control de Gaza.
Reconocer el Estado de Palestina es hacer justicia para su pueblo y la mejor garantía de seguridad para Israel, subrayó el canciller español, José Manuel Albares. Mustafa agradeció la valiente posición de España.
Medios de comunicación israelíes publicaron que el jefe del Mossad –el servicio de inteligencia israelí–, David Barnea, acordó durante reuniones en París con su par estadunidense, William Burns, director de la CIA y el primer ministro catarí, Mohamed bin Abdulrahman Thani, un nuevo marco para las conversaciones hacia un alto el fuego.
El presidente estadunidense, Joe Biden, reiteró estar comprometido en una diplomacia de emergencia para conseguir un alto el fuego y la liberación de los rehenes. En tanto, el premier israelí, Benjamin Netanyahu, rechazó con firmeza el fin inmediato de la guerra en Gaza, e Itamar Ben Gvir, ministro de Seguridad Pública de línea dura, que no forma parte del gabinete de guerra de Israel, instó al ejército a golpear a Rafah con más fuerza.
En Alemania, manifestantes pro Palestina exigen a su gobierno detener las entregas de armas a Israel, demanda que los llevó a interceptar e increpar a la ministra del Exterior, Annalena Baerbock.